HISTORIA

 

El nombre de Los Noguerones puede estar ligado a la abundancia de nogueras en las riberas del río Víboras, de forma que el pueblo sería un asentamiento definitivo de los pastores que ejercían la trashumancia.
En una entrevista realizada en el periódico escolar del colegio en 1992 a Carmen Velasco Alcalá, nacida a primeros del siglo XX, decía que su abuelo le contaba que “Los Noguerones” se formó a partir de las primeras chozas que construyeron los pastores cuando traían el ganado a beber al río en un lugar denominado “Las Pozuelas”. El resto del pueblo era monte.
Según el Cronista Oficial de Alcaudete, Antonio Rivas, el nombre de Los Noguerones puede estar ligado a la dehesa de Cabañas, que ya aparece en el testamento por el que D. Martín Alonso de Montemayor  (IV señor de Alcaudete) toma posesión del Señorío de Alcaudete. En dicho testamento se dice que tomó posesión Don Martín de la villa, fortaleza y jurisdicción de Alcaudete, el día 2 de Mayo de 1459, heredando el Mayorazgo de la Casa. Posteriormente, en 1462, añadió la torre y dehesa de Cardera mediante compra de las mismas a Andrés Fernández de Cardera.
Igualmente aparece, Los Noguerones, como una zona de huertas muy feraces propiedad de la Iglesia
1. Primeros asentamientos.
Uno de los lugares de Los Noguerones habitados por el hombre desde más antiguo es el paraje conocido como Loma de los Almiares, cerca del Cerro Lobo (594 m). Este lugar muestra restos que prueban que estuvo habitado ya desde la Edad del Bronce, es decir, como mínimo, mil años antes de Cristo. Pero tan importante como esa antigüedad es que ese lugar siguió habitado por otras culturas como íberos y romanos, llegando hasta época musulmana, en torno al siglo X d. C. De todo ello sólo se conservan algunos restos de muros y gran cantidad de fragmentos cerámicos.
De los asentamientos ibéricos que hubo en la zona, destacan los denominados como “Cerrillo Alonso”, también conocido como “junta de los ríos”, donde existen abundantes restos de cerámica de la edad del bronce así como otros restos romanos (tégulas e ímbrices) y medievales vidriados. Además, en el “Cerro Cambrón”, en la margen izquierda del río Víboras, a unos 750 metros al Sur del Cortijo de Cardera, aparecen cerámicas comunes pintadas, ibéricas y romanas.
En la finca de “las cuarenta”, propiedad de la familia Moreno-García existían ruinas de un cementerio romano; en este lugar se encontraron por los alumnos del colegio, dirigidos por su profesor D. Rogelio… dos candiles, un plato y un colgante dorado con incrustaciones de piedra de colores. Según parece estos restos fueron entregados a una colección de Jaén, suponemos que sería al Museo Provincial.
Es decir, que podemos afirmar que esta zona ha estado habitada con continuidad durante cerca de 2000 años.

2. Periodo árabe.
No cabe duda que existen dos lugares de su demarcación territorial que están ligados al periodo árabe y que son los siguientes: “Cardera”, que procede de Qardyra, y “Esparraguera”, que procede de Asbarragira.
A raíz de las rebeliones de finales del siglo IX y comienzos del X, surgieron una serie de husun (castillos) que servían de refugio y defensa de los habitantes que vivían en las tierras próximas. En ellos se guarnecían los lugareños durante las frecuentes expediciones guerreras que en esa época se efectuaban, ya fuese por los rebeldes muladíes y beréberes o por las tropas omeyas. Este debe ser el origen de los núcleos que aparecen en el término municipal de Alcaudete: Cardera y Esparraguera
3. Periodo medieval.
Igualmente podemos destacar que Noguerones fue un cazadero  (“coto de caza”) del rey Alfonso XI que vivió en el siglo XIV, concretamente entre 1311y 1350. Claro que no se le llamaba Noguerones sino que se le conocía por “Soto del Río Víboras”, del que se dice que era muy bueno en jabalíes durante el verano. Así se dice en el “Libro de la Montería” de Alfonso XI.
Entonces el paisaje y la arboleda eran muy distintos a los actuales; abundaban los encinares y matorrales espesos. En parte, esto era debido a que este era un lugar de frontera entre le reino musulmán de Granada y los reinos cristianos de Castilla-León por lo que no eran tierras propicias para cultivar al estar sometidas a los peligros de las continuas guerras de frontera.
De aquellos frondosos bosques hoy solo quedan como tristes testigos algunas encinas, como las que aparecen en el camino de Pijiro.

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